
La llegada de personas nuevas al pueblo era el pan de cada día, turistas primerizos, los que repetían todos los años, los que solo llegaban por tres días y se quedaban por meses o para nunca irse. Siempre diferentes, únicos e irrepetibles, dejando vivencias y recuerdos en su caminar.
En una oportunidad conocí a un pintoresco personaje, super agradable y buena gente, poeta, músico y como se dice en su tierra natal, Brasil, Jornalista. Eliakin, ecologista nato destacado por sus letras destinadas a la protección del Amazonas. Entre sus canciones destaca una pegajosa y cadente "El mosquito da malaria", dedicada a este insecto por ser el protector de la selva, que mantiene al mayor depredador de todos, el hombre, alejado de sus predios.
Pero no, esta vez no fue el mosquito da malaria, me agarró el patas blanca, el dengue, enfermedad transmitida por un mosquito que produce como síntomas particulares, varios días de fiebre, dolor en todos los huesos y articulaciones. Un dolor de cabeza penetrante, sobre todo a nivel de los ojos y mucha debilidad. Es muy intenso y solamente se trata con reposo total, mucho líquido, sopa de patas de pollo (la propia pata con uñitas y todo) y jugo de guayaba. Los glóbulos blancos y plaquetas descienden a niveles insospechados, así que es de tener cuidado y seguir las recomendaciones médicas.
Es genial como las personas se tornan estomáticamente empáticas en el momento que notan que alguien conocido esta pasando por algun problema de salud. Informar que estaba enferma representó de inmediato una manifestación de recomendaciones solidarias de muchos. Es como ese fenómeno en el que adquieres algo y empiezas a verlo por todos lados, la cantidad de gente que ha tenido la enfermedad es impresionante y cada uno te cuenta como fue su proceso de curación y recuperación. Esto es lo que nos hace humanos, la empatía.
¡¡Gracias a todos!! por sus cuidados, ayuda, recomendaciones y buena vibra!!
Que bueno!, me encanta como escribes!
ResponderEliminarme alegro que estes recuperada, un abrazo